Querido desconocido: Navidad.

Ya sé que hace un tiempo que no te escribo, pero últimamente las cosas se complican y tengo tantas cosas en la cabeza que casi se me había olvidado nuestra correspondencia. Como siempre esta pequeña cabeza mía me juega malas pasadas con despistes varios y olvidos inoportunos, pero eso no significa que no quiera escribirte, solo que no tengo remedio. Supongo que poco a poco me irás conociendo y ya no me lo tendrás en cuenta, ni siquiera cuándo me voy por las ramas una vez más para explicarte cómo he llegado hasta aquí. Bueno, dejémonos de nimiedades. Hoy vengo a escribirte un poco sobre la navidad, o más bien lo que es para mí la navidad. Espero que te guste:

La RAE (nótese aquí mi formación de traductora entre diccionarios) define la Navidad como «1. f. Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.», pero seamos sinceros, ya nadie usa esa acepción y obviamente yo, como agnóstica que soy, mucho menos. ¿Qué es la navidad entonces? Pues para ti no lo sé, querido desconocido, pero para mí es sinónimo de vacaciones familiares. Obviamente con el paso de los años cada vez son menos vacaciones y si me apuras menos familiares también, pero para mí siguen tiendo mucho magia. No sé si será por las luces, o tal vez por los días que me paso pensando regalos, buscando ideas, tramando el plan perfecto que pueda sorprender, pero disfruto como una enana en estas fechas. De hecho, te voy a confesar una cosa, pero no se la cuentes a nadie: estamos a día 05 de diciembre y ya tengo todos los regalos de mi hermana mediana comprados, los de mis padres pensados y los de la pequeña y de mi chico medio ideados :) Hay que hacer las cosas con antelación sobre todo cuando pides cosas por internet y dicen que «mujer precavida vale por dos», así que yo no pierdo ni un segundo de tiempo. 

Aish, querido desconocido, podría pasarme el día hablándote de mis navidades, de las reuniones con los amigos, las cenas, los dulces, los amigos invisibles, la ilusión de mis primos los más peques al abrir los regalos, lo mucho que me gusta hacer que los demás se rompan la cabeza para buscarme un regalo e incluso de lo mucho que disfruto viendo como ahora mis padres también tienen sorpresas para abrir (antes se regalaban entre ellos, pero ahora creo que les hace más ilusión que les regalemos nosotras también). Pero creo que esta carta se convertiría en un testamento y no quiero robarte más segundos de tu preciado tiempo. 

Si has aguantado leyéndome hasta aquí te deseo las mejores navidades del mundo mundial :)

Besiños de turrón :*

Pequeña Paranoica.