viernes, 26 de julio de 2013

24/07/2013

Es triste que tengan que pasar cosas como la de estos días para que nos demos cuenta de lo frágiles que somos y de lo valiosa que es la vida que se va escurriendo poco a poco entre nuestros dedos. Es triste que tengan que pasar desgracias para que todos vayamos corriendo a donar, cuando en realidad es algo que deberíamos hacer con más frecuencia. Es triste que nos unamos por una catástrofe y no lo hagamos día tras día. Pero al menos, aunque sea muy de cuando en cuando, se ha demostrado que la necesidad hace la fuerza. Hemos enseñado al mundo que sabemos hacer más cosas que discutir y mostrar diferencias, pues cuando llega el momento sabemos formar una piña inquebrantable y sacar fuerzas de debajo de las piedras para apoyarnos unos a otros. Y no hablo de los "gallegos", a pesar de que muchos se han empeñado en recalcar estos días que somos superhéroes, sino que yo me refiero a la personas, a los humanos que habitamos este planeta y que normalmente no somos más que motas de polvo en este inmenso universo. ¿Qué más da nuestra comunidad, nuestro idioma o nuestro país de procedencia? Eso son insignificancias que no demuestran el valor de nadie. El lugar del accidente fue lo de menos porque yo creo que en cualquier sitio se hubiese reaccionado igual, al fin y al cabo la mayoría de las víctimas ni siquiera eran de aquí y muchos de los heridos ayudaron a sacar a otros que necesitaban más ayuda. En casos como el del pasado miércoles de poco vale politizar la situación, así que yo no digo #ÁnimoGalicia porque sé que hay gente fuera de aquí que lo está pasando peor que la mayoría de los gallegos, yo mando fuerza a todos los que se hayan visto afectados por este tremendo error. Dicen que la vida sigue, que no para a esperar por nadie, que no le importa el dolor que cada uno lleve a la espalda, así que hoy toca volver a la rutina, toca volver a luchar con fuerza día a día, demostrándole que somos fuertes y no nos podrá vencer así como así. 


Los días tristes necesitan la más grande de nuestras sonrisas. 

viernes, 19 de julio de 2013

Carta al cielo.

Hola abue,
¿Qué tal por ahí arriba? Por aquí hoy te recordamos más que nunca porque hace un año desde que te fallaron las pocas fuerzas que te quedaban. ¿Que qué tal andamos todos? Pues bueno... supongo que todavía recuperándonos de tu partida, estas cosas llevan su tiempo y no se curan las heridas del día a la mañana. Lo cierto es que todavía te echo en falta en tu cuarto, es raro no escucharte toser de vez en cuando por las noches, pero ya no duele tanto como los primeros meses. Creo que poco a poco vamos continuando con nuestras vidas, aunque echamos de menos verte sentado en la terraza picando la comida para las gallinas. Siendo sincera creo que quien más te extraña es la abuela, intentamos cuidarla entre todos y yo sigo durmiendo en la habitación del final del pasillo, pero no es fácil perder a quien más querías y hacer como si nada. Se está esforzando para seguir adelante como la que más, pero como dicen por ahí «a cabeza non para», así que intentamos que ande entretenida todo lo posible. Por lo demás creo que todo está como siempre: las niñas creciendo muy rápido, nuestros padres trabajando para darnos lo mejor y la abuela queriendo mandar en todo :) Pero supongo que todo eso lo sabes ya y para seguir con cosas que ya sabes decirte que te echamos mucho de menos, pero que sé que tarde o temprano volveremos a vernos ^^

Te quiero. 


Pd: Muchos dirán que es una tontería que escriba estas cosas por aquí, pero a mí me desahoga y me hace sentir mejor conmigo misma y eso es lo que importa.