Recuerdos.

Recuerdo aquel día como si se tratase de la semana pasada. Quedamos "pronto", tan pronto como tú podías y me pasaste a recoger en tu Citröen zx, aquel que decías que era color verde abuelo. Recuerdo que fuimos hacía Redondela, de aquella todavía no te quejabas por tener que ir a buscar a mis amigas, supongo que todavía te importaba quedar bien. Como nos sobraba tiempo decidiste que me tocaba a mí elegir un lugar a dónde ir, así que me dispuse a dirigirte hacia la playa para matar el rato dando un paseo. Recuerdo que no hacías más que hablar, me enteré de la mitad de tu vida en aquellos días, y que te quejabas por caminar, pero por mí hacías el esfuerzo. Nos recorrimos la playa entre tonterías y risas para después decidir volver al centro. Todavía nos sobraba algo de tiempo así que volvimos a aparcar en la curva y te llevé al Irish a tomar una cocacola mientras veíamos videoclips de Michael Jackson y hablábamos de la posibilidad de cambiar de planes e irnos a Queen a ver a Sash. Sin embargo, se nos pasó el tiempo y llegó el momento de recoger a mi amiga para ir en busca de tu amigo e irnos al cine a ver Transformers 2. La verdad es que yo ni siquiera había visto la primera parte, pero cuando me ofrecisteis un viernes noche de cine no dudé en apuntarme. Me gustaba mucho vuestra compañía y era de las que se apuntan a un bombardeo si es necesario, supongo que por eso no puse ni el menor reparo. Ya en el cine mi amiga se sentó al lado de tu amigo, él a tu lado y me dejasteis a mí el último asiento, a tu lado. A decir verdad no me importó mucho la encerrona, me pasé media película preguntándote cosas sobre personajes, la anterior película, etc. Entonces no sé cómo, cuándo, ni por qué decidiste ponerme la mano en la pierna.. así escrito puede resultar una tontería o incluso más de uno puede pensar mal, pero no, estabas intentando dar el primer paso, el más difícil. Recuerdo que los nervios luchaban por apoderarse de mí, recuerdo el cosquilleo en el estómago, el no saber que hacer y el decidirme finalmente por cogerte la mano. Pasamos el resto de la película tratando de aprendernos la mano del otro de memoria, mientras me hacías cosquillas hasta que no las aguantaba y tenía que apartar la mano, pero siempre volviendo. Recuerdo que al salir del cine volvías a hacer como si no pasara nada, como si no hubiese pasado nada, mientras yo me volvía loca pensando qué era lo que querías de mí, por qué te habías portado así en el cine y ahora volvías a estar distante. A continuación los cuatro decidimos que no nos queríamos ir para nuestras respectivas casas, sería la una de la mañana y a tu amigo se le ocurrió la idea de ir a mirar las estrellas. El plan era bonito e incluso romántico así que pusimos rumbo hacia Cabo Estay para admirar el "supuesto" cielo estrellado. Tras aparcar solo nosotros dos nos bajamos del coche, mientras los otros dos decidieron quedarse en la parte trasera. Recuerdo como nos hacía gracia que fuese tu amigo quien propusiese el plan y ahora decidiese quedarse viendo sus  propias estrellas. El cielo no estaba despejado precisamente así que no había más iluminación que la de una farola cercana. Recuerdo cómo me explicabas que allí había una playa, mientras escuchábamos el batir del agua contra las rocas y nos movíamos incómodos de un lado para otro sin saber muy bien que hacer. Entonces tú te apoyaste en el capó del coche, estabas tan lindo aquella noche... parecía que el corazón se me iba a saltar del pecho de lo histérica que estaba, pero sabía que no había ninguna otra opción. Me acerqué a ti dispuesta a darte uno de nuestros abrazos, no era la primera vez, pero desde luego aquel día fue diferente. Me quedé un rato allí, agarrada a ti, se estaba demasiado a gusto. Entonces pensé que ya tocaba separarse y me fui alejando poco a poco, como si tuviese miedo a no poder volver, y en ese momento no sé muy bien que pasó por mi cabeza, pero cuando estábamos mejilla con mejilla noté como me iba acercando cada vez más a tus labios. Tú todavía no lo sabías, pero me moría de ganas por besarte así que eso fue lo que hice. No sé cómo reuní el valor, no sé como mi cabeza me lo permitió, lo que sí sé es que fue la mejor decisión de mi vida. Nuestros labios no se separaron hasta la madrugada, cuando nos quisimos dar cuenta eran las cinco de la mañana y llevábamos horas jugando uno con el otro. La noche se nos escapó entre besos, abrazos y sonrisas. Recuerdo que me encantaba separarme lo suficiente para ver tu sonrisa y que me volvieses a agarrar, recuerdo que quería que me agarrases y no me volvieses a soltar. Aquel fue un día de sensaciones a flor de piel, fue un día lleno de emociones, un día con final feliz. Y sigo recordándolo como si fuese hace nada porque ha sido sin duda uno de los mejores días de toda mi vida, el día que decidimos que nuestro "destino" era estar juntos y aquí seguimos, casi tres años después. No sé muy bien que fue lo que viste en mí, después de tanto tiempo todavía no consigo entenderlo, pero aunque no lo entienda me encanta que me veas así, como solo tú me ves.  

Existen mil & una razones para quererte.