Al igual que hay días en los que veo todo negro y me enfado por tonterías, haciendo de las pequeñeces un mundo, otras veces soy capaz de ver todo de mil colores. En días como hoy creo que estoy rodeada de personas increíbles que me demuestran que nada malo es definitivo, que después de una discusión hay que hablar las cosas hasta hacernos entender que lo que parecía una montaña era tan solo un grano de arena. Esas personas que en algunos momentos son capaces de provocarme mil lágrimas, también son las únicas que puede arrancarme mil sonrisas sinceras. Y si para sonreír a su lado tengo que llorar y patalear de vez en cuando, pues que así sea. Este finde ha sido algo movidito, pero me ha servido para plantearme muchas cosas, porque me he dado cuenta de que tengo muchos amigos que siempre estarán dispuestos a escucharme y darme consejo. Cuando por un instante pensé que tal vez me estaba quedando sola por mi forma de actuar, ellos me han hecho darme cuenta de que no es así, de que siempre habrá alguno dispuesto a escucharme, aconsejarme e incluso hacer que me ría de mis propios problemas. Han sabido darme apoyo cuando más lo necesitaba siempre diciéndome que me quieren tal y como soy, con defectos y virtudes. Me han hecho valorar todo lo que tengo y ver que el mundo es un poco más feliz si sé que están a mi lado. Personas como mis niñas del podcast, mi kariño, mi Mou, mi pequeño y claro está mis rombitas, que aunque me han hecho pasar un finde terrible, al final me ha demostrado que la amistad puede superar cualquier discusión, cualquier pelea, cualquier diferencia de opinión, porque a vuestro lado todo es posible!
Os quiero a todos infinitisimo, porque sin vosotros nada sería lo mismo ;)
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Gracias por leerme y dejarme un trocito de vosotros mismos, es algo que me encanta.