Con veintiuna primaveras a su espalda y una sonrisa capaz de iluminar el mundo entero, ella afronta cada día con pasos firmes y fuertes, tal vez no esté segura de si misma ni crea ser nada especial, pero sigue adelante día a día con mil tonterías revoloteando por su cabeza. Ella es una de esas pocas personas que se esfuerzan en cuidar y mimar a los suyos, siempre pendiente, preocupándose por tener siempre lista una frase de aliento o una pequeña sorpresa. Es ese tipo de persona capaz de hacer magia logrando convertir lágrimas en sonrisas y hacer que vuestros encuentros sean inolvidables solo con su presencia. Ella es capaz de montarte una escena en plena calle solo para verte sonreír e inventarse historias de la nada para conseguir algo que ambas deseáis conseguir. Ella posee mil y una virtudes y tan solo un gran defecto, el defecto de no verse a sí misma con claridad. Por más que lo intenta no logra ver que se merece más de lo que algunos le ofrecen y así se ve enredada en líos que no la llevan a ningún sitio y que terminan con un par de lágrimas y un corazón roto. Lo que ella no sabe, y a lo mejor vosotros tampoco, es que mirándola desde otra perspectiva, fijándoos quizá un poquito más, se pueden ver todos esas características que a simple vista tal vez pasan desapercibidas. Si prestáis un poco de atención escucharéis el latido de su enorme corazón y os veréis irremediable atraídos por él, si os acercáis un poquitito más observaréis ese pequeño brillo en sus ojos que tan solo ansían dar todo el cariño que ella tiene guardado y si os quedáis un tiempo a su lado veréis como lo da todo a cambio de una simple sonrisa, ¿qué hay mejor que eso? Ya os lo digo yo: NADA.
Ella es perfecta, es mi pequeña, mi asturianita y una de las mejores amigas que se pueden tener. Ella no se merece ni una sola de las lágrimas que hoy se han escurrido traicioneras por sus mejillas. Y hoy escribo esta entrada para recordarle que es maravillosa, que es más que una princesa y que a partir de ahora vamos a jugar a explotar sapos en lugar de besarlos, a ver si así aprenden la lección.
Simplemente, te quiero <3.
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Gracias por leerme y dejarme un trocito de vosotros mismos, es algo que me encanta.