A veces echo de menos las risas, las bromas que sólo nosotras entendíamos, el teneros al otro lado del teléfono siempre que lo necesitaba y el saber que en caso de caer tenía quien me levantase. A veces extraño los "os quiero", las demostraciones de afecto, las sorpresas y hasta los pequeños celos. Pero luego recuerdo las broncas, las envidias, todos los momentos en los que me hicieron sentir que no valía una mierda, que no importaba y recuerdo todo lo tóxico de nuestra relación.
Ojalá todo hubiese acabado mejor, ojalá pudiese volver a empezar de cero y volver a sentir que merece la pena.
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