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Hay días en los que mi hipersensibilidad me juega malas pasadas y acabo en líos en los que no me quería meter. Ya sé que debería controlarme, no ser borde e intentar hablar las cosas cuando estoy mal, pero no es fácil cambiar los hábitos que te han acompañado toda una vida. Cuando las cosas me hacen daño es normal que me ponga a la defensiva, es normal que ataque o me defienda porque eso es lo que me dicta mi instinto y quien de verdad me conoce debería saber que debajo de eso hay algo más, que tras esa actitud defensiva hay mil motivos que hacen que no tenga un buen día. Admito que a veces me equivoco, que en ocasiones no sé actuar y que habitualmente no pido ayuda aunque la necesite por no querer molestar con mis problemas. Admito que debería cambiar esos detalles y aprender a dialogar y desahogarme cuando lo necesito con personas que sé que siempre me escucharán cuando lo necesite, pero yo siempre he sido de guardármelo todo para mí y por ese motivo me cuesta contar las cosas. Prometo que poco a poco intentaré cambiar esos pequeños defectos, pero necesito tiempo y paciencia, las cosas se hacen mejor si es a pasos pequeños. 

#Reflexiones