Rumbo a Madrid una vez más, una ciudad que no me gusta demasiado; pero que se ha convertido en un lugar de encuentro y por eso no son sus calles las que me enamoran; sino todos los recuerdos que he dejado allí. Hoy, me hallo en el tren de nuevo, embarcada en una escapada exprés que promete hacerme desconectar de la rutina, olvidar los problemas y atesorar nuevos recuerdos por la capital.
A veces, se hace necesario fugarse de la realidad para dejar de ver sólo lo malo y valorar lo bueno, echar de menos lo que en ocasiones damos por sentado y abrir los ojos para dejar de lado lo que realmente no nos es necesario. Porque la rutina me ahoga y asfixia; el ver que no doy conseguido mis objetivos me frustra demasiado y acabo envolviéndome en negatividad. Tal vez simplemente me ha tocado vivir una mala época, una crisis que más que económica termina siendo emocional porque frustra todos nuestros planes de futuro. Sin embargo, todavía no me he rendido y creo que tarde o temprano podré con ella.. pero hoy, este fin de semana: I need a break.